«Ollanta Humala ha dejado de ser el Presidente de la República y se ha convertido en el administrador del sistema que dirige la derecha»


Hoy, queridos lectores, compartimos con ustedes una entrevista hecha al periodista César Hildebrandt por la revista Ideele en la que, desde un punto de vista lúcido y sensato, nos invita a despertar del letargo mental en que la mayoría de medios de comunicación nos quiere mantener. Muy recomendable la lectura completa de la entrevista y esperamos sus comentarios.

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César Hildebrandt:

“La orquesta de Humala no toca con partitura”

Por: Glatzer Tuesta.
(Fuente: http://www.revistaideele.com/ideele/content/c%C3%A9sar-hildebrandt-%E2%80%9Cla-orquesta-de-humala-no-toca-con-partitura%E2%80%9D)

–En una de tus últimas columnas de Hildebrandt en sus trece dices que recordar es morir. Ella expresa mucha añoranza por lo que en un momento fue la política y el periodismo, que todavía combinaban la inteligencia con la decencia, la posibilidad de que los peruanos podamos ser mejores. ¿Qué cosa crees que ha pasado?
–Lo que creo que pasó es que en un momento dado la educación pública colapsó y no se ha reconstruido. Es a partir de ese naufragio que nuestros valores y nuestros referentes culturales cambian, y desaparece la inteligencia de los medios de comunicación. Ahora, en el último periodo, lo que ha pasado es que el poder económico ya no tiene intervención ni asiento en los directorios de los medios de comunicación, porque ahora el poder económico es la gran prensa. Entonces, claro, el divorcio con la inteligencia, la cultura, es absoluto; es una separación violenta la que se ha dado aquí. En pocos países de América Latina esta vieja convivencia entre el talento, la inteligencia, la cultura y los medios de comunicación se ha interrumpido de un modo tan brutal como en el Perú.

–Dijiste en ese artículo que los medios están llenos de bobos y de sirvientes, porque para eso solo se necesita poder hablar y no salir del lugar común.
–De lo que se trata es de empobrecer la agenda y convertir la política en un monólogo paporretero que, como un catecismo, repita una serie de monsergas ideológicas y políticas, mucho más que científicas, para perpetuar lo que hay. Todos los mensajes de los grandes medios de comunicación en el Perú, y en Lima sobre todo, están destinados a convertir en eterno lo que debería ser meramente episódico. Otros países ya están de regreso del liberalismo pinochetista.

–¿Humala, qué es? ¿Cómo lo defines en este año de gobierno?
–Yo creo que ya es tiempo de ser cautelosamente cruel con Humala, respetando la investidura que representa. Humala es nada, es una suerte de continente en el que cabe todo; es un recipiente en el que puedes poner todo lo imaginable.

–¿Ése es el principal riesgo en torno a lo que se puede venir?
–Humala está convencido de que el sistema y sus mentores son inamovibles, y de que el poder económico no es su socio sino el poder, y que él es un administrador, una suerte de gran gerente con ciertos poderes; no el Presidente del Directorio, sino implemente el gerente ejecutivo de un gran país que se llama Perú, Marca Perú. En esa perspectiva, depende de las exigencias del Directorio. Si mañana éste le solicita más sacrificios, mayores ganancias y mayores tasas de retorno, el señor ajustará, no tengo ninguna duda. Él ya está convencido de que el Perú es una gran empresa con un horizonte determinado, con un cauce absolutamente inamovible, y que él tiene que trabajar en esa perspectiva. El Presidente de la República ha dejado de ser el Presidente de la República y se ha convertido en el administrador.

–¿En qué momento decide eso? ¿Solo al asumir la Presidencia se da cuenta de que él no puede romper esas estructuras, o es que ya sabía que iba a ser así?
–¿A la víctima le resulta trascendente saber cuándo el cogotero sacó la daga? A mí no me interesa si nos mintió antes, nos mintió después o nos mintió durante. Si fue Nadine la que, sumergida en un baño de realismo, lo convenció de que las cosas tenían que ser así; o si se lo dijo Roque Benavides en una conversación privada. O si fue Salomón Lerner, gran pragmático con discurso centrista, el que se lo dijo.

–Has mencionado a Nadine. Ustedes han sacado en su semanario muchas cosas que dan cuenta del reacomodo de Nadine en este nuevo escenario. Por ejemplo, se discute un viaje a Brasil donde se reúne con la presidenta Rouseff, y uno lee la Constitución y en ningún lado dice que la esposa del Presidente puede ir representando al Estado.
–Es un dulce golpe de Estado permanente: la señora Nadine es exactamente eso. Es curioso, porque hay una pincelada de sutil mezquindad de su parte, en el momento en que el pobre Ollanta Humala está acusado por su padre, zarandeado por la prensa en relación con el caso de su hermano Alexis; es en ese momento que la señora –y ése es para mí el mensaje– le dice a su marido: “Pues te quedas con tu cochina familia, que yo me voy a ver a mi Presidenta de Brasil, me descontamino de toda esta porquería”. Es un caso tremendo de egoísmo fastuoso el que tiene esta señora, que está perdiendo la brújula y que está siendo haciendo pasible al Gobierno de una acusación formal, porque se está tomando atribuciones que no podría tener.

–¿Cómo defines al Gabinete? ¿Cómo ves la relación de Humala con ese grupo de trabajo?
–El Gabinete es al final un reflejo perfecto y casi proporcional de Humala, es el Gabinete que él necesita. Al final de cuentas, ¿quién con una gran personalidad puede estar en un gobierno que no tiene norte, que no tiene metas? De repente aquellas altruistas, aquellas más o menos dignas de la Cruz Roja u organizaciones filantrópicas.

¿Quién con una suerte de equipaje político-ideológico puede estar en un Gabinete de un Gobierno que no tiene ningún tipo de horizonte? Humala elige esa gente. No solo eso: Humala no le da partitura a esa breve orquesta de gente casi inexistente, porque si le da partitura puede crear una suerte de disciplina peligrosa. De lo que se trata, justamente, es de no tener partitura, de no tener pieza que tocar, de improvisar todos los días y de ir con paso decidido a ninguna parte.

–He conversado con alguna gente que conozco del propio Gabinete y otra que me ha contado, por ejemplo, que la elección de algunos ministros ha sido directamente de Nadine. Además, los asesores –Villafuerte, Roy Gates– están generando una dinámica que no se nota mucho, pero que está sentando bases. ¿No crees eso?
–¿En qué es importante Villafuerte? ¿En qué es importante Roy Gates? Al final, sus tramas son ínfimas, o sea, no llegan a pasado mañana; son napoleones de bolsillo, de plástico. No hay una estrategia que me diga que están trabajando todo un plan para crear una suerte de oficialidad que al final sea un contrapeso y proponga una suerte de centrismo más o menos nacionalista. Mentira: están en nada.

–Tienen facultades para ver cosas de defensa y seguridad. El riesgo no va por ahí, sino por la inoperancia, el querer ganar tiempo, la demagogia punitiva.
–Humala es un jugador de fútbol que desde el minuto dos de empezado el partido está deseando que termine. Yo lo veo así. Minuto dos, y el tipo está mirando al árbitro a ver cuánto falta, y faltan 88 minutos que van a ser martirizantes para un hombre que se comprometió a tanto y que, además, ahora está obligado a no hacer nada, porque el compromiso de Humala es, precisamente, dejar todo quieto. Tienes razón en que Nadine ha sido decisiva en esta evisceración del Gobierno, en esta castración. Nadine es un homenaje a Freud, es una castradora: ha dejado al Gobierno eunuco por completo. Y es un Gabinete de eunucos, al final de cuentas, dicho con el mayor respeto y el sentido más metafórico de la palabra.

–¿Espera que acabe el partido para ir a jugar otro?
–Sí. Ella está convencida de que un tanto con el fujimorismo le va a permitir la modificación constitucional que a su vez le permita postular el año 2016, y el viaje a Brasil no fue sino un ensayo para ver cómo le salían las cosas.

–Cambiando de tema: Hace unas semanas, uno de los mandamases de Newmont salió a decir que no hay condiciones para Conga. Y luego salieron Humala y Juan Jiménez anunciando que “se suspende Conga”. Es decir, el Gobierno no ha hecho lo mínimo para romper esta dinámica por la que el que manda, el que mueve la plata, es la industria extractiva, porque el que da la voz de todo este proceso que se encadena hasta ahora con la suspensión es Newmont.
–Creo que es una retirada estratégica, que van a volver, que van a utilizar esos dos años mientras hacen los reservorios. Y claro, la pregunta es: ¿Y si esto ya no va, cómo están invirtiendo millones y millones en dos reservorios gigantescos que son parte de los otros ocho que van a hacer? Quieren utilizar estos dos años para enamorar a Cajamarca de una manera mucho más disciplinada, orgánica, con el presupuesto en la mano, y neutralizando al partido del cura Arana. Entonces, van a utilizar estos dos años para un trabajo de seducción. Cumplidos estos dos años Conga regresa, no tengo ninguna duda, y es un buen plan. Éste no es el plan de Humala; éste, como dices, es el plan de Newmont, bastante bien asesorado. Es un plan perfecto.

–Dos mil catorce, elecciones regionales, otro contexto político, una relación distinta.
–Es que de repente Santos, sin Conga, ya no es Santos, deja de existir. Porque Santos es un líder “anti”, mucho más que proganadero. Yo nunca he visto a Santos junto a una vaca; yo lo he visto en la laguna protestando. Le quitas el “anti” y se queda colgado de la brocha. Ése es el problema, y eso lo ha visto alguien más inteligente que el Gobierno, y entonces Conga regresa en dos años, no tengo duda.

–Alguna gente vinculada al Movadef y a Sendero, desde la educación u otros lados, está tratando de generar actos políticos muy concretos. ¿Qué te parece la manera de afrontar el tema? La respuesta del Primer Ministro ha sido sacar una Ley del Negacionismo.
–Yo no estoy de acuerdo con ninguna ley sobre el negacionismo. Me parece un atentado contra la libertad de expresión, que es aquella que emiten nuestros adversarios. El derecho a emitir una opinión tiene que ser un derecho inalienable. En segundo lugar, yo sí creo que el Movadef es un seudónimo de Sendero Luminoso y que hay que tratarlo como tal; y eso no significa que tengamos que reprimirlos, sino cuidarnos de esa expresión.

Creo que fue un error no darle al Movadef el pase respectivo para que se inscribiera ante el JNE, porque es mucho mejor tenerlos en el redil de la formalidad que tenerlos, ahora, como quiere el señor Alfredo Crespo, perseguidos, atenazados por el sistema, despreciados por la democracia formal que es tan chiquita que ellos no caben allí.

–Y pueden terminar siguiendo a Quispe Palomino o a otro sector vinculado a acciones violentas que les diga: “Ya ven, ustedes quisieron entrar y no los dejaron. Ahora vénganse al monte; aquí es donde debemos hacer las cosas”.
–Quispe Palomino ha perdido esa capacidad de seducir, de convencer, de persuadir. Pero sí creo que pueden darse las condiciones para que alguien más inteligente que él cree una alternativa violentista distinta. No olvidemos que ya hemos pasado por eso. En los años 60, una sociedad brutal derrotó a la guerrilla, primero a Blanco, luego a Lucho de la Puente, al MIR y al APRA rebelde. Nos ensañamos con esa gente, los enterramos y los baleamos antes, y murió Javier Heraud y creíamos que habíamos vencido esa especie de cáncer social que no era ningún cáncer, sino la expresión de un gran malestar. El resultado fue que mientras eso sucedía, un oscuro profesor estaba creando en Huamanga lo que sería la gran pesadilla. No nos vaya a pasar lo mismo…

–¿Cómo hay que actuar con el Movadef?
–Yo tendría con el Movadef una actitud sumamente cauta. Hay que cerrarle los pasos a la violencia, pero no a los que quieren justamente ser parte de un sistema electoral en el que ellos tendrían cabida. ¿Por qué la amnistía general no puede ser un tema de debate? ¿No puedo discutir sobre eso? ¿Me siento impotente y tengo que reprimir eso? Mucho cuidado con la exasperación, con esos mensajes de la derecha de que con ellos nada y no se negocia. La pregunta es: ¿Y quiénes son ellos? La chica de 19 años que salió en Youtube atacándome, ¿no es acaso una chica convencida de que el Movadef es un movimiento justo? ¿Qué tengo que hacer? ¿Meterla presa porque opina que soy un agente del imperialismo? No, no, yo debo discutir con ella.

–Yo hablo con Mauricio Mulder y maldice a los radicales y al Movadef; hablo con Lourdes Flores y dice que es un horror que esto esté pasando; Lourdes Alcorta, ni se diga.
–Lourdes Alcorta se ha convertido en uno de los oráculos, y eso revela en la situación de postración intelectual en que se encuentra el país. Lo único que puede proferir son interjecciones, las onomatopeyas del horror, ¡bum, bum! ¡bam, bam! La señora Alcorta es un producto extremo de Tarantino y, sin embargo, la consultan y es un referente y es la derecha pensante entre comillas. Yo veo con mucho temor y escalofríos cómo se está enfrentando ese asunto de la desafección juvenil respecto al sistema. Y la pregunta es: ¿Y qué quieren? Humala prometió cambiar el país. Sentí una suerte de pánico intelectual controlado cuando una chica del Movadef me dijo en un video, que estaba dirigido a mí, si acaso Túpac Amaru no fue juzgado como traidor y ajusticiado, y que 200 años después fue reivindicado. ¡Madre mía! ¡Qué razonamiento! Eso no es broma, eso es para tratarlo con mucha seriedad.

–Nuevamente cometemos errores porque no sabemos cómo llegar a la juventud, no tenemos alternativas para ellos.
–La conclusión para mí es que en el Perú se construye por enésima vez un foco violento, autodestructivo, gracias a esta política de tomar distancia de todo aquello que resulte inaceptable, de condenar todo aquello que resulte hereje y de considerar que todas las personas que están lejos del sistema son enemigos irreconciliables. Yo pienso, modestamente, que el gran enemigo del Perú es el sistema, el que no permite que el Perú sea el país que esperamos: reconciliado, relativamente convocante.

Todos han sido al final decepciones de regímenes que, pudiendo ser transformadores y constructores de una idea que pueda reunir a todos los peruanos, al final resultaron excluyentes y terminaron, como decía Ciro Alegría, disparando máuseres. Andrés Avelino Cáceres, el gran héroe de la resistencia, llega a la presidencia y defrauda a los campesinos que lo habían llevado al poder y se convierte en un aliado de la oligarquía, tan aliado absoluto que quien lo sucede es su viejo enemigo Piérola. A eso le sigue toda esta sucesión de decepciones encadenadas.

–La última decepción es esta gran transformación que nunca empezó. Y con un Ollanta Humala sujeto a las decisiones de sus ministros. Y uno dice: ¿Ollanta Humala no le puede decir a Castilla: “Oiga señor, yo quiero caminar en esta dirección”?
–No puede, porque a la exclusión y al monopolio perverso del poder se une esta especie de soberbia inaceptable de la derecha, que lo controla todo, que lo dispone de todo, que decide a través de Castilla cuánto debe recibir la educación. Al final es eso: el poder absoluto. No nos engañemos, no vivimos en democracia. Si no tenemos a Luis XVI es porque Humala no da la talla, pero podríamos generar un Luis XVI.

No le puede decir castizamente “¡oiga, carajo, qué le parece si aumenta el presupuesto en Educación!”. O exige un poco más de tributos a la gran riqueza nacional que se llena de exoneraciones y extensiones y le pasan esos millones. Castilla es el hombre del Banco Mundial, del Fondo Monetario, y de una nueva organización que es importantísima que se llama Nadine. Entonces, está atornillado.

–En cuanto a la naturaleza militar de Ollanta, podría servirle para poner cierto orden, hacer las cosas de tal manera. No digo que sea al estilo del cuartel, pero sí utilizar algunas disposiciones para que las cosas caminen distinto. ¿Eso cómo lo ves?
–Para poder dar órdenes hay que saber a dónde se va, saber qué vas a hacer. El problema de Ollanta no es que no tenga capacidad de dar órdenes, sino que no sabe qué diablos va a hacer, y es el Presidente.

He sido cachaco amateur. En el colegio militar, Armando Artola, quien era mi coronel, sabía qué quería, qué disciplina imponer, porque sabía exactamente cuáles eran sus parámetros y metas. Y el problema es que si no tienes metas, qué te va a servir un carajo, si no sabes a dónde ir.

–Por último, Alan García será descubierto en alguna de estas cosas de corrupción que lo investigan. No estoy diciendo que necesariamente estuvo vinculado a alguna de ellas, pero…
–Yo no tengo ninguna duda de que él estuvo vinculado. El problema es si le encontrarán pruebas. Nunca se sabe, nunca llegaremos a saberlo hasta no encontrarlas. Somos de la misma generación, nos llevamos meses de edad. Lo conocí pobre, mesocrático, y ahora es multimillonario. Entonces, no tengo ninguna duda, absolutamente ninguna duda de que Alan García ha cogido dinero mal habido del Estado. Ahora, cómo probarlo. Es inteligente, no deja huellas, no firma nada: compra casas en fidecomiso, las revende por tercerías, es un genio; o sea, Rififí es un bebé de teta frente a García. Imagínate un procurador que tiene con las justas cuatro empleados y una secretaria, qué va a poder seguirle la huella al señor García, si no le ha podido encontrar la huella al señor Fujimori. Hasta ahora no hay ninguna prueba sólida de que el señor Fujimori robó. Sabemos de sus ministros, de los hallazgos millonarios de sus funcionarios, pero ¿qué de Fujimori? Ni un dólar.

–¿Tú crees que van a indultar a Fujimori? Keiko salió a decir que no le ve voluntad al Presidente ni a sus procuradores ni a sus ministros, pero el indulto no es solo cuestión del Presidente…
–Keiko ha dicho: “No le veo voluntad al presidente ni a sus ministros”, pero se olvidó de mencionar a Nadine. Va a haber un canje; estoy convencido de que es una posibilidad. Y después del viaje a Brasilia, es una gran puerta, es un portón.

HONESTIDAD, PREVARICACIÓN Y CORRUPCIÓN


Recordando las promesas hechas por el presidente Humala y transcurrido ya un plazo considerable, insistimos una vez más en recordarle sus promesas en la investidura viendo que la ciudadanía y quiénes con tanto ánimo le votamos seguimos esperando para ver el cambio deseado. Decía así:

Nuestro país trabajador, honrado y diverso, se encuentra fracturado y herido. Sufre el abandono de los políticos y de un Estado insensible, burocrático y centralista. Un Estado que le ha dado la espalda al interior del país, un Estado que sufre de “mal de altura o soroche” y que se niega a subir los andes y extenderse en nuestra amazonía. Un Estado acechado por la corrupción y el despilfarro, alejado de sus ciudadanos, incapaz de protegerlos de la violencia y la criminalidad.

Como ciudadanos reclamamos esta promesa pues vemos que desde los parlamentarios congresistas y en toda la escala de puestos que tengan responsabilidad no se ha producido aún los cambios ni claridades pertinentes.

Por otra parte, si queremos opinar que todos los ingresos de todo individuo que los tenga provenientes de la ciudadanía dígase del Estado, Municipalidades, Gobiernos Regionales, etc. así como de empresas en las cuales sea partícipe cualquier estamento público deberían reflejarse pues a quienes en realidad debe responderse es al pueblo y en ese concepto somos todos los ciudadanos que participamos con nuestros impuestos en la SUNAT.

Finalmente, y después de un plazo tan largo sin que lo hayamos notado, no vemos que haya habido casos de prevaricación cuando simplemente un congresista o cualquiera que cobre a expensas de los impuestos de sobra es sabido que no puede figurar en consejos de administración ni tener como cliente a particulares mientras se está ocupando un cargo en este noble ejercicio como es el cargo público.

Al propio tiempo que se reflejan sus ingresos debería quien ocupe un cargo presentar un inventario de todos sus bienes públicamente pues a nosotros es a quien se lo debe.

Basta ya de tanto camuflar los datos y como ciudadanos seamos conscientes en exigir esa información que parece ser secreto de estado sobretodo amparándose en leyes absurdas para frivolizar este tema.

¿Cuántos cargos existen y se duplican sólo para ingresar en sus cuentas personales?

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Xavi & Míriam
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Culto a la muerte


Hoy queridos lectores, os ofrecemos un artículo de opinión del periodista César Hildebrandt. Lo compartimos con vosotros porque creemos que es de interés nacional.

Xavi & Míriam

 

Culto a la muerte

Por César Hildebrandt.

Vamos camino a Texas. La gente celebra que a los delincuentes los maten de modo preventivo, en la calle y con pistola de uso personal. Es decir, estamos hablando de la privatización de la pena de muerte, la modificación ciudadana y, a pólvora limpia, de la Constitución. Nos faltan John Wayne y Charlton Heston, pero tenemos al coronel PNP ( r ) Elidio Espinosa Quispe, celebrado en Trujillo como un héroe a pesar de que con él proliferan botadores de cadáveres y que durante su gestión de sheriff pata al suelo hubo varios tibios que salieron fríos de las comisarías y otros tantos perforados de dudosa procedencia.

Pero mi país es así: ama la muerte, Somos mexicanos en eso y deberíamos tener nuestro propio José Guadalupe, ese genio mortuorio. Nosotros hacemos calaveras pero no las pintamos y eso es una grave omisión.

Así que en vez de pedirle al Estado que limpie a la podrida policía que nos amenaza, los oyentes de las radios están dispuestos a que la seguridad de las ciudades esté en manos de paisanos de buenos reflejos y puntería adiestrada. En el Perú, cada cierto tiempo, la barbarie da un golpe al Estado y se apodera del discurso popular.

De allí viene la idea de que estuvo bien matar a los sobrevivientes del MRTA que tomaron la embajada japonesa, que fue bueno para el país lo que García o Fujimori permitieron hacer en las aldeas del horror y las fosas comunes. De allí la idea de que la democracia es un obstáculo, el Congreso un detalle, la paz sólo una opción. Y el cholerío, una deuda que no hay por qué pagar.

Tenemos dentro de nosotros a un virrey pugnando por salir y un inca matachancas nos habla desde la sangre que nos recorre. Por eso el peruano se complace en le autoritarismo. Venimos de teocracias brutales, conquistas genocidas, virreinatos que usaban el garrote vil. Eso es lo nuestro.

Y lo más curioso es que esa vocación por el atajo extralegal y la sangre (ajena) derramada viene junto a nuestro cantito agudo, nuestros diminutivos, la levedad de nuestros pareceres. Hay una hipocresía nacional que merecería una patente. Basta ver a Mónica Delta negándole a representante del Movadef el derecho a hablar para entender que en el Perú la democracia es una palabra y la amnesia una solución. ¿Mónica Delta encarnando los valores de la libertad? Es para llorar de risa.

Festejar la pena de muerte en manos privadas, no ayuda a derrotar a la delincuencia: incrementará su virulencia. Habrá forajidos que ahora preferían robarles a los cadáveres.

Y tendremos el país turbulento que siempre hemos querido y creo que nos merecemos: el país en el que la mentira es fundamento de la política y donde la mayor parte de las buenas reputaciones vienen del mito y la falsedad genérica.

La violencia mayor no está en las calles. Eso es lo que nos quieren hacer creer los dueños de la gran prensa y de toda la televisión. La verdadera violencia está en la desigualdad creciente y las promesas electorales que se tiraron a la basura. La defensa propia esgrimida por Cajamarca, por ejemplo, debería ser calificada con los mismos parámetros por quienes alientan que la justicia callejera se lleve a cabo sin intervención de jueces ni fiscales.

El gobierno de Humala sostiene que le pragmatismo lo dirige. Eso significa que va a la deriva. Porque apelar al pragmatismo es el modo sibilino de decir que los principios se han abandonado. Tener éxito repitiendo lo que hicieron los antecesores, a quienes se censuró tan lúcida como severamente cuando había que distanciarse de ellos por cálculo electoral, es violencia en estado químicamente puro.

Y ahora vienen los tiroteos que se celebran y los asesinatos profilácticos. Volvemos a ser país de turbas.

Violencia e injusticia


Queremos compartir con vosotros queridos lectores un artículo de opinión escrito por el periodista César Hildebrant en su semanario. Lo hacemos porque nos reafirmamos en nuestro objetivo de iniciar el cambio positivo que tanto necesita nuestro querido Perú.

Xavi & Míriam

Es hora de decir la verdad, no solo es fúltbol

De pronto, este país engreído hasta la comicidad, autocomplaciente hasta lo patético, este país, el mío, que se cree la Austria de Sudamérica y el ombligo magnético del mundo, se mira una mañana al espejo y se da cuenta de que también tiene la cara de un barrista pituco, borracho, cocainómano y asesino.

¿Cómo? ¿No es que eran los chutos de abajo los vándalos y los criminales? ¿No era que sólo venían de los pueblos jóvenes? ¿Cómo es posible que culpen del crimen a un tatuado de Eisha, a un Vip de las discotecas, a un modelo del circo beat de Somos?

«Los ricos también matan», dicen, emulados y pares, los barriobajeros que asesinaron a una chica en la avenida Javier Prado arrojándola desde un microbús.

Y esa es la democracia del crimen y el reino de la anomia: lo cubre todo, infecta cada pulgada cuadrada del Perú.

Está en la policía corrompida, en los banqueros que roban con la letra chiquita, en los tumultos de la justicia popular, en el corvo de la difamación y el liquid paper del encubrimiento, en los que conducen alevosamente ebrios, en el Contralor que no controla, en el juez que prevarica, en la fiscal que mira para otro lado, en los militares que trafican en la intendencia, en el fujimorismo tenaz, en los robos de EsSalud, en la tuberculosis invencible, en las leyes que no se cumplen, en los proyectos encarpetados que no se hacen leyes por culpa de los lobistas, en las radios dirigidas por el viento que más sople, en las ventanillas del Estado plagadas de idiotas, en las empresas que aprovechan su posición de dominio cobrando tarifas insostenibles, en los ministros que se venden, en los mandatarios que roban y en los que incumplen lo prometido (que es otra manera de robar), en los choferes de servicio público que matan pasándose la luz roja, en la televisión que embrutece, en el pandillaje que se apodera de las calles, en los gerentes generales que llaman al contador para ver cómo burlan algún compromiso con los trabajadores, en las licitaciones con nombre propio, en las redes sociales que apestan a farándula, en la prensa popular que azuza lo peor de cada uno, en el cartero que se roba una carta, en el alcalde que coimea con licencias y cambios de uso, en los periodistas que se venden en cómodas cuotas, en los profesores que enseñan lo que no han llegado a dominar, en los espíritus de cuerpo, en los adulterios unilaterales y/o recíprocos, en el alcoholismo extendido y el cocainismo que lo invade todo, en quienes aporrean sus mujeres y luego van a misa, en los abogados que oscurecen hasta los mediodías, en las inauguraciones de lo robado e inconcluso, en los encumbramientos falsos, en el racismo que mata la dignidad del otro, en la Iglesia que ya no quiere almas sino botines.

Sí: esa cosa viscosa que algunos llaman anomia y otros mala leche, esa propensión al abuso y a las arcas abiertas, está en todas partes. De arriba a abajo, de izquierda a derecha, de frente y de perfil.

Y todo esto empeoró desde que Sendero Luminoso nos mostró cuan bestias podíamos ser. Y siguió empeorando cuando los militares nos mostraron qué clase de bestia teníamos dentro, bestia a la altura de la bestia que matamos.

Y de esos sarros son estas piorreas.

El fútbol, desde luego, no podía mantenerse al margen. Si el Congreso de los diputados es lo que es, ¿por qué debemos aspirar a instituciones civiles desinfectadas?

Además, el fútbol se presta a la barbarie como ninguna otra actividad.

Miren qué es el fútbol en Inglaterra o en Argentina, en Portugal o Bielorrusia: el ducto grande por el que las muchedumbres hacen de cuerpo en nombre de escudos y leyendas.

Barcelona, por ejemplo, es un caso típico de cómo el fútbol presta sus sedas al odio. Y el Real Madrid, lo mismo. Viví en España lo suficiente como para decir que el Barza es repudio separatista, antimadridismo legañoso y revanchista, sueño de independencia. Con cada gol del Barza las barras recuerdan al Companys fusilado por los nacionales, a la lengua proscrita tantos años, a la identidad perseguida. Y con cada gol del Ma¬drid sus forofos más avezados saborean, de nuevo, el hegemonismo abusivo y católico de Franco, la España unida a culatazos de las derechas, el borbónico grito de José Antonio. Si no mera por la monarquía pegalotodo hace rato que eso habría acabado en otra guerra civil.

Porque uno no se hace hincha de un equipo ¡para amarlo. Uno se hace hincha de un equi¬po para odiar al otro, a la sombra, al de las antípodas. Por eso no se entiende el fútbol sino se da a través de duetos malignos: River-Racing; Colo-Colo-Universidad; Peñarol-Montevideo; Manchester United-Chelsea; U y Alianza.

Cuando el odio está vigilado por la ley, prevalecen los gritos y los gestos. Cuando el odio futbolero se da en una sociedad enferma que mantiene las brasas de otros odios sociales y raciales, entonces viene un animal de andar erguido y te mata a un hijo de 23 años que llevaba la camiseta de la oposición.

No es el fútbol solamente el que hay que adecentar. El Perú, de cabo a rabo, necesíta la reivindicación de la palabra orden, el rescate del concepto de la autoridad, la severidad implacable de la ley. Somos una república que es, en muchos sentidos, un homenaje a la barbarie. Somos Missouri antes de que Jefferson la comprara en 1803. Somos un lejano oeste sin sheriff. Damos vergüenza. Es hora de decirlo y de que el chauvinismo de la chanfainita y el pisco sour se calle por un tiempo. Curémonos con la ley en la mano. Y luchemos porque esa mano sea limpia.

SOMOS LIBRES, SEÁMOSLO SIEMPRE


Somos libres, seámoslo siempre
Este verso del Himno Nacional del Perú resume el ideal de nuestra independencia desde 1821, en pocas palabras define lo que somos los peruanos o lo que deberíamos ser.

Para ser realmente libres debemos romper con las cadenas que hasta hoy nos impiden avanzar:

  • El racismo de cualquier tipo.
  • La corrupción en el Estado y a nivel ciudadano.
  • La ignorancia y falta de educación.
  • La pobreza y falta de acceso a los servicios básicos.
  • La violencia en cualquier nivel.

Para ser realmente libres debemos:

  • Rechazar el racismo de cualquier tipo: Ser tolerantes y empáticos con todos nuestros compatriotas, debemos sentirnos orgullosos de nuestro origen incaico, de nuestra raza andina, de nuestra diversidad de etnias, pueblos y culturas de costa, sierra y selva.
  • Combatir y condenar la corrupción en el Estado y a nivel ciudadano: No debemos tolerar más corrupción de los funcionarios del estado, políticos, empresarios, amigos o familia. Cada uno de nosotros y en nuestro entorno tenemos que ser honestos en todos nuestros actos.
  • Eliminar la ignorancia y falta de educación: El estado debe dar prioridad a la educación en el Perú, debemos mejorar el nivel de la enseñanza, debe ser más calidad que cantidad para crear ciudadanos dignos e independientes.
  • Erradicar la pobreza y falta de acceso a los servicios básicos: Los ingresos del Perú (PBI) deben ser repartidos de una manera justa, el Estado debe estar presente en cada rincón de nuestro país porque cada peruano tiene derecho a vivir dignamente con los servicios básicos completos, Lima no es el Perú.
  • Luchar contra la violencia en cualquier nivel: Si queremos unirnos como pueblo, como país debemos cambiar de actitud, debemos ser solidarios para rechazar juntos la violencia de cualquier tipo en nuestro entorno familiar o laboral y así colaborar con el Estado en su lucha contra la violencia y éste no debe descuidar su rol y compromiso de generar inclusión social. Evitemos la causa que dio inicio al terrorismo, evitemos caer en el mismo error.

Es el momento de iniciar un cambio verdadero para nuestro país, un cambio que no depende solo del Estado sino también de cada uno de nosotros, hagámoslo de una vez por nuestros hijos, por nuestras familias, por nuestros amigos, por nosotros mismos:

¡Que viva el Perú!

Xavi & Míriam

MIRANDO AL FUTURO SIN OLVIDAR EL PASADO


Ha terminado la campaña electoral en Perú y todos los que hemos luchado de manera anónima para defender a nuestro país de la corrupción nos sentimos contentos de ver que triunfó la dignidad. Y también tenemos esperanza del inicio de un cambio positivo para nuestro país.

Ante la abusiva campaña de los grandes medios de comunicación masiva (prensa escrita, tv, radio) promovida por no pocos empresarios y políticos, parece que hubiéramos perdido el objetivo común que tenemos como peruanos.

Luego de la elección observamos lo que sucede en la actualidad y reflexionamos tratando de rescatar lo que realmente queremos para nuestro país:

Queremos igualdad para todos con las mismas oportunidades en educación, salud y empleo.

Queremos que la calidad de la educación mejore.

Queremos tener un empleo digno con una remuneración justa.

Queremos que nuestras familias, hijos, esposas, padres o abuelos tengan una vida satisfactoria y saludable.

Queremos sentirnos seguros y protegidos en nuestro propio país.

Queremos sentirnos orgullosos de ser una sociedad solidaria.

Nuestro objetivo es que el Perú cambie, es el bienestar de cada uno de los peruanos y ante la realidad que nos toca vivir hoy, tenemos que asumir una postura democrática y participativa.

Nuestra labor como ciudadanos no ha terminado.

Debemos ser vigilantes, no dejarnos manipular por los políticos que utilizan los medios de comunicación para tergiversar las cosas creando más división entre peruanos. Esos es lo que buscan solo para su beneficio económico.

Debemos transmitir el mensaje correcto a todas las personas alrededor nuestro. Tenemos que explicar con paciencia y respeto a los que aun tienen miedo, a los engañados por la prensa mediática, que el objetivo real es buscar el bienestar común, la igualdad de oportunidades para cada peruano y peruana.

Evitemos la violencia entre nosotros, no se trata de atacar y ofender a los demás sino todo lo contrario, fomentemos la empatía de nuestra sociedad, entre nuestras familias, amigos y colegas de trabajo.  Una sola voz no cambiará nada, pero si unimos fuerzas y energía podemos iniciar un cambio.

Y es muy importante no olvidar nuestro pasado, nuestra historia. Si lo hacemos repetiremos los mismos errores que no nos dejan avanzar como país. No pueden quedar impunes los delitos y corrupción vengan de donde vengan porque eso significaría avalarlos, ser sus cómplices al quedarnos callados.

Todos tenemos la obligación moral de construir un país mejor, de apoyar a nuestros nuevos gobernantes. No podemos caer en la indiferencia y pasividad de siempre para luego de 5 años quejarnos y lamentarnos. Es ahora cuando tenemos que actuar, cuando debemos buscar el objetivo común de todos los peruanos: igualdad de oportunidades para todos.

No tengamos miedo de expresarnos, de querer vivir en un Perú mejor, en un Perú justo, igualitario y digno.

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Xavi & Míriam

DEMOCRACIA REAL PARA EL PERÚ


Somos ciudadanos peruanos como cualquier otro peruano más.

Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean.

Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie.

Con cariño pero también con preocupación observamos lo que sucede en la actualidad y reflexionamos tratando de rescatar lo que realmente queremos para nuestro pais.

Aquí parece que estuviéramos peleando entre peruanos, que el objetivo sea demostrar que unos u otros tienen la razón.

Pero… ¿cual es esa razón?, ¿qué es lo que verdaderamente queremos los peruanos?:

¿Queremos igualdad para todos con las mismas oportunidades en educación, salud y empleo?

¿Queremos que la calidad de la educación mejore?

¿Queremos tener un empleo digno con una remuneración justa?

¿Queremos que nuestras familias, hijos, esposas, padres o abuelos tengan una vida satisfactoria y saludable?

¿Queremos sentirnos seguros y protegidos en nuestro propio pais?

¿Queremos sentirnos orgullosos de ser una sociedad solidaria?

Entonces, todos somos ciudadanos, todos somos peruanos y formamos parte de la democracia porque la democracia parte del pueblo (demos=pueblo; cracia=gobierno).

Nuestro objetivo es que el Perú cambie, es el bienestar de cada uno de los peruanos y ante la realidad que nos toca vivir hoy, tenemos que asumir una postura democratica, participativa.

Como peruanos debemos ser vigilantes, no dejarnos manipular por los políticos que utilizan los medios de comunicación con sus campañas para difundir miedo.

Evitemos la violencia entre nosotros, no se trata de atacar y ofender a los demás.

Se trata de la unión de todos los peruanos por un beneficio común: nuestro bienestar y la mejora del país.

Debemos rechazar la corrupción y la injusticia vengan de donde vengan.

Debemos ser vigilantes con nuestro voto, no les regalemos un cheque en blanco, tenemos que unirnos todos, respetándonos entre nosotros y reaccionando si alguno de estos politicos actúan en contra de nuestro país y la democracia.

Por nuestros hijos, familias y amigos debemos actuar y alzar nuestras voces sin miedo.

Una sola voz no cambiará nada, pero si unimos fuerzas y energía podemos inciar un cambio.

No tengamos miedo de expresarnos, de querer vivir en un Perú mejor, en un Perú justo, igualitario y digno.

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