Alemania ya se tuvo que enfrentar a dos guerras mundiales y en el caso de la segunda brotó a través de la crisis económica que quedó sumergida por la primera el nazismo, con toda su política sobre el racismo.
Actualmente EEUU y Europa sobretodo esta última están atravesando una crisis que desgraciadamente la ciudadanía es quien la está pagando pero según parece ser cada día que pasa y cuanto más asciende el paro (desempleo) más fácil es caer de nuevo en la idea fascista por ejemplo: que los extranjeros se vayan a su tierra, nos quitan el trabajo, les dan ayudas cuando a los originarios nos la niegan, etc., etc.
Se está preparando nuevamente una bola donde ignoramos cómo puede acabar pero se está viendo el renacimiento del fascismo con toda su crudeza, tal vez Merkel en lugar de invadir como en anteriores ocasiones está presionando y absorbiendo económicamente países enteros a base de deuda que le tienen contraída para lograr nuevamente el renacimiento del racismo en cualquiera de sus formas.
No es que lo confirmemos pero si un pensamiento que poco a poco va calando por los resultados que se están observando a costa del sufrimiento de los países ya absorbidos.
Es una tema que debería empezar a tomarse en serio por parte de las autoridades de todo el mundo debido a que la moneda en si es una simple ilusión como ya demostró Reagan y Thatcher en el momento de que no fuera respaldada con algo como era el oro.
Intentemos con todas nuestras fuerzas luchar contra todas las barreras que levanta el racismo.
En nuestro querido Perú ya nada nos sorprende, dicen muchos. Pero este tipo de pensamiento es el del aletargamiento mental y mediocridad total durante décadas (o más) venimos callando y tolerando la corrupción que campea a sus anchas desde las entidades del Estado hasta la vida cotidiana.
Un ejemplo claro de esto es el transporte público, donde los choferes y cobradores abusivos tratan mal a sus pasajeros, no respetan señales de tránsito ni paraderos, cobran lo que les parece y nosotros como público usuario bien gracias, callados y a aguantar sin chistar. Otros ejemplos, mucho más graves son los diferentes casos de corrupción que se han descubierto en los gobiernos (petroaudios, licitaciones arregladas, contrataciones indebidas, etc.) y nuestra actitud como ciudadanos ha sido siempre la misma: el silencio taciturno, cobarde, mediocre que se convierte en cómplice de la corrupción porque simplemente avalamos lo que observamos.
¿Por qué no reclamamos? ¿Por qué nadie protesta? ¿Es qué esto es democracia?
La democracia es el poder del pueblo y como tal no la hemos ejercido hasta ahora de manera correcta. Y cada día los casos o situaciones infames que van apareciendo (sin contar las muchas más que se ocultan) parece que ni nos inmutan cuando en realidad están mermando más en la dignidad del pueblo peruano y en el futuro que tenemos como sociedad.
La reducción de la pena de 25 a 20 años de los miembros del grupo Colina, grupo paramilitar del gobierno de Fujimori y del que por todos es sabido cometieron crímenes aberrantes, es un hecho no sólo indignante, es hundir al país en el fondo de la más oscura ignominia pues la traducción de esto es que en el Perú la corrupción, el crimen y la impunidad son más valiosos que la vida humana y la democracia.
¿Y nosotros como pueblo qué hacemos? ¿Por qué aceptamos todo como borregos? ¿Por qué no alzamos nuestra voz de protesta ante tanta ofensa y ruindad?
Mientras sigamos así de aletargados y adormecidos ante la corrupción que viene del Estado y sus poderes (judicial, ejecutivo y legislativo) hasta la situación más simple y cotidiana nuestro país seguirá hundido, atrasado y sin futuro por más que vengan a engañarnos con crecimientos de PBI. El dinero no lo es todo para el desarrollo de una nación, es necesaria la verdadera democracia. Aunque a la mayoría no le guste.
Pese a que nos deleitamos con la lectura, paseando, observando un poco a nuestro alrededor pues la verdad tampoco vamos tan sobrados de tiempo o no sabemos sacarlo para la contemplación y el pensamiento donde como ciudadanos llegamos a creer que quienes nos gobiernan son esos periodistas tan coléricos con todo y sobretodo estando en contra de la voluntad popular.
No es que vayamos en contra de las noticias y predicciones tan nefastas, pero esos cataclismos que tanto profesan anticipadamente sobretodo en la negatividad de los deseos del pueblo y con la ilusión de la llegada de un nuevo cambio en todas sus formas deberían empezar a comprender y volverse más constructivos y colaboradores con el mismo debido a que fomentar sólo la destrucción, ruindades, de posibles cataclismos y nefastos acontecimientos, con su mezquindad sólo lograrán que los lea su padre si es que existe pues nada tiene que ver con la voluntad popular; a ver si se dan cuenta de una vez.
No podemos dejar que la prensa negativa nos siga manipulando, es hora de despertar.
Análisis y reflexiones de nuestra realidad por José Luis Sampedro. Y decimos «nuestra» porque aunque la entrevista se refiere al momento actual de España (de lucha contra la corrupción política), los anáisis de Sampedro son completamente aplicables al Perú.
José Luis Sampedro es un escritor, humanista y economista español que aboga por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos».
Para los que no puedan ver el video, abajo están las declaraciones de José Luis Sampedro en texto.
Se ha dicho que no hay alternativa al capitalismo.
Ha sido siempre un medio de dominio.
Este sistema está disgregado ya y corrompido y está realmente en desmantelamiento.
Que va a cambiar, eso es absolutamente imposible de evitar por parte de los que quieran evitarlo.
¿Es qué la gente está loca? ¡No!, está manipulada. La opinión pública no es la opinión pública, no es el resultado del pensamiento reflexivo de la gente.
Eso pasa por dos razones. Una porque no estamos en general educados para pensar, eso que exigía yo antes del pensamiento propio, del pensamiento crítico, la gente no razona, no piensa. Ahora mismo frente a unas elecciones la gente no piensa, no hace una razón , no hace un análisis, un estudio racional, es decir, esto es mejor, esto es peor, no. Se hace sobre todo por razones viscerales, por las características del que habla, por la voz que tiene, por las mentiras que cuenta y se aceptan, etc.
Esa es una razón, y la otra es que el poder existente que hoy es el poder económico domina los medios de información e inculca las ideas a la gente por los medios de información. La gente hoy juzga sobre todo por lo que ve en televisión o por lo que lee en los periódicos, pero sobre todo por lo que ve en televisión y vota según lo que ve y le dicen en televisión, y no piensa para nada en lo que le ocultan.
Lo que llaman opinión pública es una opinión mediática, una opinión creada por la educación y por los medios, ambas cosas interesadas en lo que interesa al poder. Porque el poder controla la educación y el poder controla los medios. Nada más.
Al hacer mediática la opinión pública te has cargado la libertad de todo el público.
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La cultura nuestra, la occidental, tiene una crisis de valores brutal porque ha sustituido los valores por los intereses, hoy lo que mueve a la gente es el interés económico y lo que vale, como dijo Marx, es la mercancía.
Y hay otras formas de desarrollo, el desarrollo de las personalidades, el desarrollo hacia dentro de cada uno, el ser cada uno cada vez más perfecto, mejor, más humano, más positivo, no especialmente codicioso por la productividad, no. Hacerse más persona.
Ahí hay alternativas, claro que hay alternativas, de modo que no se preocupen, cuando se hunda esto, que se está hundiendo, estamos viviendo la barbarie que produce ese hundimiento, vendrá otra cosa. La vida no se para. ¿O se van a creer los banqueros que son inmortales?
Mire, cualquier cosa que se haga puede cambiar las cosas, no pude cambiar las cosas, puede ayudar a ir cambiando las cosas.
La actitud esencialmente es tomar conciencia de la realidad, no aceptar sin crítica propia, no aceptar sin discusión interior de uno todo lo que nos dicen.
Y si claro, si se hace una manifestación o se hacen más, y si los jóvenes asumís, sobretodo porque sois los que vais a pagar el pato después ¿verdad? Sí, si lo haces podéis enderezar las cosas. Pero pensar que una manifestación cambia las cosas… es difícil.
Pero hay que seguir adelante, las batallas hay que darlas se ganen o se pierdan, hay que darlas por el hecho mismo de darlas. Porque eso nos junta, eso nos ratifica.
Se ha degradado el sistema, de modo que efectivamente hay alternativas y vendrán, las alternativas vendrán, se haga lo que se haga, seguro.
Otro mundo es posible y yo digo no, otro mundo no es posible. Otro mundo es seguro, otro mundo es seguro, lo que sí es seguro es el cambio. Ahora, ¿el cambio hacia donde? Ah, eso ya depende de lo que hagamos.