¿Nos damos cuenta de lo que estamos haciendo ante nuestra sociedad, frente a la miseria existente y las necesidades que sufren nuestros compatriotas, con tanta ostentación y egoísmo llegando a culminar el éxtasis por la adoración del dinero?
Nos preguntamos si ello es necesario, pues se aparta e incluso es mayor que la publicidad en sí, sobre los productos comunes; está bien que cada uno haga con lo suyo lo que le apetezca, pero quien se está muriendo de hambre (que no son pocos) y encima con la crisis actual que padecen muchos países donde podemos incluírnos nosotros pese a hacernos creer que no es así ya que no les llegamos a la suela de los zapatos en calidad de servicios para cubrir las necesidades básicas sólo ostentando y presumiendo sobre nuestro PBI, PAP o RIP da igual la denominación debido a que recaen estos beneficios entre unos pocos incluídos los testaferros, toda esta gran mayoría de población que no tiene acceso a una oportunidad justa de educación, de trabajo, de salud ni de progreso y calidad de vida, ¿Cómo podemos ser tan individualistas e indiferentes ante la necesidad ajena?
Por otra parte, mucho hablamos de igualdad de oportunidades pero es en el Estado donde está apalancada la corrupción, gran protagonista de lo antedicho, y proyecta una imagen de falso «poder y éxito» pues una de las grandes aspiraciones actuales de nuestra juventud con el lavado de cerebro que tanto se les machaca con falsas ilusiones reside, por ejemplo, en poder entrar en un reality televisivo para lograr asegurarse su supervivencia en esos falsos status sociales que con tanta ostentación se está haciendo en los medios para quedar en poco tiempo en el olvido y sin ninguna base cultural ni ética.
Seguimos sin comprender como aún pueden quedar sujetos que admiren, dignifiquen y publiciten esta adoración por un capitalismo y lujo salvaje e incluso criticar y burlarse olímpicamente del ecologismo y solidaridad cuando en realidad la calidad de vida de la mayoría de ciudadanos está por debajo de los pocos que venden esta falsa imagen de «superioridad».
Es momento de levantar la cabeza y rechazar la adoración al capital, es momento de mirar más allá de nuestro beneficio personal inmediato para unir esfuerzos y que el capital sea para beneficio de todos y no crear falsos guetos para su vil ostentación.