UVK nuestra vergüenza como peruanos


Vergüenza y soberbia sobre nuestras raíces; así es como nos sentimos porque mucho golpearnos el pecho, mucha apariencia, mucha globalización pero somos peor que las bestias salvajes por no respetar ya no a ciudadanos de otras naciones sino a los mismos nativos de nuestro país.

¿Pero a dónde hemos llegado? Tan bajos somos como el hecho ocurrido en el cine UVK de Larcomar expulsando a un hermano por ser de otra raza y forma de vestir tratándolo sin la dignididad y consideración que merece. Incluso merece un mayor respeto, pues tanto sus rasgos como su exteriorización corresponde a nuestras auténticas raíces a las cuales tenemos un desprecio total, cargándonos las constituciones, los derechos humanos y todo, convirtiéndonos en auténticos monstruos.

¡De verdad! opinéis y digáis lo que digáis esa ingratitud y falta de respeto a nuestro pueblo es para mandarnos a todos a la mierda nos guste o no. Desde la colonización del país parece que dejáramos siempre impunes estos hechos tan graves en nuestro querido País.

Pedimos y exigimos justicia por lo acaecido, que caiga la máxima pena por una humillación como ésta pues no solo ha sido a una persona sino a todo un País y esto no nos lo merecemos quedando retratados  ante las miradas de todo el mundo.

¡Por favor! el pueblo Peruano no es, ni piensa así ante actos de tanta bajeza como estos: defendamos la dignidad de todos los peruanos, protestemos y avergoncemos a estos sinvergüenzas.

Xavi & Míriam

Cines UVK Larcomar y discriminación


Uno de los últimos casos conocidos de racismo en el Perú (aunque hay muchos que no salen en la prensa diaria) es el caso del joven Ricardo Apaza de la comunidad campesina de Qeros, en Paucartambo, Cusco.

Este joven cuzqueño que había venido a Lima para conocer la ciudad, acudió al cine hace una semana y estaba viendo una película en los multicines UVK Larcomar en Miraflores, Lima. Salió hacia los baños y luego no lo dejaron ingresar a la sala sólo por tener rasgos andinos e ir vestido con atuendos típicos de su tierra.

Con una actitud de lo más más cínica y canalla, estos racistas le ofrecieron al muchacho «ver una película nueva» como compensación a la humillación, cosa que Ricardo Apaza no aceptó porque él es una persona digna a diferencia de los otros.

Ahora han cerrado la sala de cine por unos días y les imponen una multa de poco más de 2 mil soles y encima algunos medios de prensa y de la tv dicen que antes de clausurar el local permitieron que los clientes con entradas compradas vean las películas para «beneficio del público». ¡Ja! Eso será para beneficio de los empresarios dueños del cine que además de discriminar no quieren perder ni un sol en devolución de entradas como debió hacerse.

En pleno siglo XXI ¿cómo es posible que sigamos siendo tan trogloditas e ignorantes para discriminar a las personas por su aspecto, origen,  vestimenta o el motivo que sea?

Estas empresas prepotentes que humillan a las personas no merecen el respeto de nadie y lo que se les debe aplicar es una verdadera sanción económica en desagravio del joven Ricardo Apaza y de todos los peruanos.

Xavi & Míriam