Alguien se ha preguntado en alguna ocasión: ¿Qué pasaría de trasladar la capital al centro del país?
No parece tan descabellada la idea pues regeneraría una zona semi aislada, al igual como a medio y largo plazo, el resultado sería el desarrollo desde el centro, desmasificando regiones como la actual Lima; al propio tiempo generando riqueza y progreso, como dato, tenemos infinidad de países que así lo hicieron y en realidad, pese a las críticas, han dado sus frutos.
Claro está que ello conllevaría el disgusto por parte de algunos de los «padres de la Patria» y sobretodo los «lameros» por tener que desplazar sus residencias y despachos, como pasó simplemente en el último pleno descentralizado del Congreso en Ica. Lo positivo es que promovería la urbanización general del país, empezando por allí mismo y continuando hasta las provincias más alejadas.
En principio parece una idea descabellada, pero no por ello dejar de tenerla en cuenta por nuestras autoridades.